Tengo un pijama, un papel.
Tengo un poema, un prospecto
Un saco de ideas, un gueto.
Tengo un bloc del cabaret.
Tengo astillas en los pies.
Cerillas entre los huesos.
Azufre y un flato en los dedos
y un calambre en cada sien.
Tener…
¿Tú sabes qué tienes?
Yo tengo tendencia a caer
por espirales deformes
en parábolas miopes
al grito de “volveré”.
Tengo gomas, bolis Bic,
Folios, tijeras… babeos,
aguarrás y dos tinteros
que siempre preguntan por ti.
Tengo...
No sé para qué, pero tengo.
Tengo huecos, acidez,
Dedos, pajas y gemidos,
cabezazos y pestillos,
y pintura en la pared.
Tengo vértebras, hollín,
perfil de ratón perdido
trasnochado y escondido
detrás de mi cicatriz.
Tuve prisa por salir
De aquel duelo de plomo y ruido
porque a este soldadito
le han robado su fusil.
Enfin… ¿Yo qué tengo? Nada.
Sólo tengo que fingir.
Fingir que mañana, sin falta,
Empiezo a olvidarme de ti.
No dejes de escribir
ResponderEliminarMuchas gracias:)
EliminarEso sí, que nunca, nunca, esto sea una obligación.