El autor ha escuchado.
Ha visto.
Y ha sentido
a la Bestia.
El autor se ha dado cuenta de que este blog ya no sirve. Para nada.
Nació hace 2 años, tras el Gran Estampido. Fue engendrado con el propósito de no explotar delante de ti, de lamerse las heridas a él mismo, de formar con gravilla de lágrimas cristalizadas una dimensión paralela en la que tú eres posible, y así no morir ahogado por las plantas carnívoras gigantes de la realidad. Pero, sin él ser consciente, estaba criando a una melancolía animal en cueros, una actitud que, pese a los intentos de evitarlo, acabó siendo (efectivamente) anormal e indebida hacia el vacío que supones. El autor ha comprendido que, por mucho que quiera, no tiene derecho, ni lo tendrá, a pedir nada a cambio de nada.
Pero además ha surgido un problema.
A estas alturas, esa melancolía animal se ha convertido en una bestia sórdida, y el autor se considera incapaz de mantener con vida a una mutación cardiovascular de ese calibre durante más tiempo.
El motivo de esta incapacidad es el hecho de que esta criatura inmunda que ha crecido sobre las paredes del estómago del autor no solo lo está devorando entero como un cáncer, consumiéndolo y chupándole en los ojos, sino que quiere empezar su metástasis interpersonal para intentar devorar más cuerpos completamente inocentes.
El autor no considera esto aceptable de ninguna de las maneras, pues uno de los motivos que cimentaron esta cajita de bytes fue evitar la difusión de este Leviatán, Medusa, o Kraken si quieres, de tristeza pura. El autor promete que siempre vomitó aquí para intentar no manchar. Pero manchó. Y esto, créanme, le tiene a muy mal traer. Él no quiere ser así.
Este blog, substancia de Masa calentorra, viscosa y negra, no puede seguir siendo mantenida ni contenida, y el autor sólo ve como solución, que se proceda a su LIQUIDACIÓN POR CIERRE. Matar al centauro de mierda de un solo ojo.
Sin embargo, el autor no contempla destruir el tener en mucho a (el amor por) la despensa infinita, indestructible y dura como el diamante, de comida del monstruo (y mía): Tú.
Principalmente porque el diamante no se puede ni rayar, por mucho que quiera uno y lo pase por cien mil cuchillos y navajas. El autor. . . fue incapaz de hacer más grandes aquellas LETRAS, y no se pueden borrar, porque lo rojo de aquella pared no era tomate.
Pueden ustedes tomar por suyo a cualquiera de las hijas bastardas que son las entradas de este blog. Lo que consideren. Sin excepción. Pueden anotarse como autor de ellos (bajo su responsabilidad y riesgo), pues cada letra de esta masa lleva innumerables y microscópicas semillas de esta Bestia terrible y asesina.
La liquidación por cierre concluirá en 9 días, en los que el autor tendrá muy a bien reflexionar, mirándole a los ojos a la Bestia, a la Masa, (ahora sí, muertas) y a las cosas que no se puedan destruir:
buscarle sentido
al seguido
del punto
del fin.
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