— ¿Qué quieres decir? —preguntó ella con indiferencia.
—Es una metáfora.
Hubo un momento de silencio y sentí que me estaba mirando, esperando una explicación. Entonces continué.
— Quiero decir que a veces tienes tan mala suerte que tienes que recoger la mierda a cucharadas
—Vaya, el niño se ha puesto poético —respondió con una sonrisa.
Entonces fué cuando, de golpe, dejé de ser un escritor frustrado, y volví a la realidad.
—Pásamelo.
—Es una metáfora.
Hubo un momento de silencio y sentí que me estaba mirando, esperando una explicación. Entonces continué.
— Quiero decir que a veces tienes tan mala suerte que tienes que recoger la mierda a cucharadas
—Vaya, el niño se ha puesto poético —respondió con una sonrisa.
Entonces fué cuando, de golpe, dejé de ser un escritor frustrado, y volví a la realidad.
—Pásamelo.
No dejes de ser escritor frustrado, en serio, no creo que la frustración te dure mucho si sigues así.
ResponderEliminarLa base de todo esto siempre ha sido la frustración, y seguramente vaya camino de quedarse.
Eliminar