miércoles, diciembre 21, 2011

pasa

—“Mierda y cuchara”—le dije con voz pausada. 
— ¿Qué quieres decir? —preguntó ella con indiferencia.
—Es una metáfora.
Hubo un momento de silencio y sentí que me estaba mirando, esperando una explicación. Entonces continué.
— Quiero decir que a veces tienes tan mala suerte que tienes que recoger la mierda a cucharadas
—Vaya, el niño se ha puesto poético —respondió con una sonrisa.
Entonces fué cuando, de golpe, dejé de ser un escritor frustrado, y volví a la realidad.
—Pásamelo.






2 comentarios:

  1. No dejes de ser escritor frustrado, en serio, no creo que la frustración te dure mucho si sigues así.

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    1. La base de todo esto siempre ha sido la frustración, y seguramente vaya camino de quedarse.

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