Cada charco
y cementerio
multiplicaba
sus puertas.
Hoy viejas
fotos preguntan
el porqué de
aquella guerra.
Herida
abierta en el suelo,
enterrando
cuerpos cuenta
cada vida que
termina
al compás de
sus trompetas.
Los soldados
desfilando
custodiaban
a las presas.
Largo y quieto
aquel silencio
en las tapias
de Las Ventas.
Dan la orden
de detenerse
y de repente
se dan cuenta
que aunque
es injusto las matan,
que en vez de un beso, unas rejas.
que en vez de un beso, unas rejas.
Pero el
tiempo se detuvo
agachado en
las cunetas.
Las miradas
que asesinan
armas sordas,
cruces negras.
En sus
casas, otro grito,
trece madres
descompuestas
por un tiro
escalofrío
que hace
llorar de impotencia.
Tercos fusiles agudos
en la madrugada suenan
en un aire donde estallan
rosas de pólvora negra.
La triste y
dura la descarga
para siempre
las congela.
Dejó unas
letras fugaces
y una lágrima en la arena.
Ahora ya
nadie se acuerda
de esas
balas y esa guerra.
Ni del eco
de los gritos,
ni del ruido
de escopetas.
A todos los que perdieron la guerra.
A cada una de las 13 Rosas.
Por vuestros muertos.
Por los nuestros.
Aunque ya te lo había dicho, lo repito: INCREÍBLE.
ResponderEliminarConsigues que me lo crea..
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